Transcribimos literalmente el artículo dedicado a este curioso artefacto a pedales en el libro "El Automóvil en Vizcaya (1896-1996) Crónica de un Centenario" de D. Miguel Martín Zurimendi:

"La crisis de las gasolinas devolvió los carros de caballos a la calle. En este contexto don Fernando Luciarte, santanderino, de origen francés, inicia en 1941 la construcción de un vehículo de pedales. Para ello contaba con el apoyo de un grupo de industriales capitaneado por don Julián del Valle. El vehículo, que se denominó "Autociclo", se componía de un sencillo chasis con carrocería de madera y rueda de bicicleta. Disponía de dos juegos de pedales. Uno para el chofer y otro para el acompañante. Se llegaron a construir unos dos mil, no vendiéndose mas allá de quinientos. En una demostración, don Julián sube la cuesta de Santo Domingo, acompañado por el mozo Lorenzo Chicón. Contemplado por múltiples personas, el vehículo a duras penas remontó el alto. Al automóvil, que pesaba cuarenta kilos, se le reconoció como el Autopedal y presumía de haber hecho el recorrido Santander-Bilbao en ¡diez horas!"